
Laguna Negra
La historia de la Tierra contada por rocas y hielo.
La Laguna Negra a los pies de los Picos de Urbión, es el lugar ideal para conocer la Edad de Hielo, pero también para descubrir un lugar espectacular y donde disfrutar de un buen bocata en el monte.
Soria es una de las provincias de España más deshabitadas y desconocida, pero eso le ha permitido conservar su naturaleza como ninguna otra. Sus pinares infinitos se aproximan hasta las altas cumbres de los Picos de Urbión según te acercas a Vinuesa, Covaleda, o Duruelo. Y justo antes de comenzar a escarparse las paredes de roca, aparece ante nuestros ojos la impresionante Laguna Negra.
Para llegar hasta aquí, hemos tardado unas dos horas desde Guadalajara por la A-2 hasta Medinaceli, donde nos desviamos hasta Soria. Allí tomamos la N-234 y después la SO-830 hasta llegar al aparcamiento a escasos 300 metros de la laguna (desde Madrid habría que sumar unos 30 minutos más). Hasta aquí solo se puede acceder pagando un ticket para aparcar y en periodos de baja afluencia. Los meses de verano, o festivos, hay que dejar el vehículo en La Serrá y llegar hasta este punto caminando o en autobús.
Una vez aquí, el camino hasta la Laguna Negra, no tiene pérdida. Y a través de una pasarela llegas al impresionante circo glacial que la protege. Y entonces empezarás a comprender el porqué de que este lugar sea origen de muchísimas leyendas, poemas y fantasías a lo largo de la historia. De la laguna dicen que no tiene fondo (aunque no supera los 10 metros de profundidad), o que un ser misterioso vive en ella y se traga todo lo que allí cae. Incluso Antonio Machado escribió un relato haciendo referencia a la magia de este lugar: Los Hijos de Alvargonzález.
La Laguna Negra se formó hace unos dos millones de años aproximadamente, al irse colmatando las morrenas de origen glacial que fueron depositando rocas en su constante actividad erosiva, permitiendo así la acumulación de agua, y formar esta preciosa laguna glacial.
Lo mejor para conocer este entorno es seguir caminando más allá de la pasarela, explorando entre los bloques de roca del tamaño de casas para descubrir distintas perspectivas y las distintas vistas que ofrece la laguna según refleje la luz sobre ella.
Un buen momento para visitarla es otoño, con los colores típicos de esta época del año en su máximo esplendor. Además no hará calor, más bien fresquito, incluso con algo de hielo o nieve para hacer más entretenida la ruta bordeando la laguna.
Si se quiere ampliar, subiendo por el farallón al oeste de la laguna y siguiendo las marcas rojas y blancas del GR-86.1, podremos subir hasta la Laguna Helada, e incluso al Pico de Urbión. Para realizar este tramo, si que pedimos que seáis cuidadosos e incluso llevar el material adecuado para subir, porque superar el farallón con hielo puede ser muy peligroso.
Y habiendo visitado todo el entorno de la Laguna Negra, agotando la batería del móvil o la cámara haciendo fotos, y abrazado pinos centenarios, llega el momento ideal de tomarse un descanso y comerse un buen bocata.
Como Soria tiene mucho por ofrecer, y más en esta Comarca de Pinares, puedes visitar los pueblos de la zona, como Vinuesa, llegar al nacimiento del Duero desde Covaleda, hacer una vía ferrata en Duruelo de la Sierra, o simplemente disfrutar unos maravillosos torreznos típicos de esta tierra.
Para información actualizada de accesos: aquí