Baviera
La combinación perfecta: Historia y naturaleza.
Ciudades medievales magníficamente conservadas. Paraísos naturales que te dejarán sin habla. Historia viva y cuna de Alemania.
En el sur de Alemania, más bien al sureste, encontramos Baviera (Bayern). Un territorio con mucha identidad. Un lugar único para que toda la familia pueda disfrutar, tanto del campo, como de la ciudad.
El viaje en coche desde el centro de España, supera los 1400 km solo la ida, así que repartimos el viaje en dos jornadas. Antes de llegar a lo que es Baviera propiamente dicho, paramos un par de días en Legoland, en Gunzburg, un parque de atracciones muy recomendable para niños, y no tan niños, al que hemos ido en dos ocasiones y contamos con más detalles en otro post.
Una vez en Baviera, las opciones son casi infinitas, pero nosotros tuvimos que escoger, y fueron estas:
- Fichtenau y su bosque Zauberwald.
- Rothenburg ob der Tauber.
- Nürnberg.
- Campo de concentración Nazi de Dachau. München. Lago Schliersee.
- Lago Spitzingsee y cima del Bodenschneid. Breitbrunn am Chiemsee.
- Ramsau. Parque Nacional de Berchtesgaden. Zauberwald.
- Cima del Steinberg. Lago Königsee.
- Salzburgo (solo a la lavandería). Schawangau. Neuschwanstein. Lago Alpsee.
- Neuschwanstein. Lago Hopfensee en Füssen. Aproximación hasta a la frontera francesa.
Desde luego que hay muchas cosas más por ver, como el Zugspitze que es la montaña más alta de Alemania y el que debe ser un precioso lago llamado Eibsee, a los pies de esta majestuosa cima. O ciudades tan emblemáticas como Ratisbona y Bamberg. Y además de estos lugares tan famosos, hay rincones más tranquilos e igual de impresionantes, que están esperando a los viajeros más atrevidos que se salen de las rutas establecidas.
Importante antes de viajar a Baviera:
El nivel de vida alemán es bastante más alto que en España, pero aún así, no se puede decir que sea excesivamente caro. En las compras tan básicas como ir al supermercado, la diferencia la encontramos más en la variedad de productos frescos que en los precios (eso sí, fuera de los supermercados, las frutas suelen tener unos precios muy altos). Lidl o Aldi, muy extendidos en España, tienen casi las mismas referencias. Al apartado de tiendas de alimentación, queremos añadir la cadena Alnatura. Sus productos son ecológicos y a un precio asequible. Por cierto, en envases de vidrio la inmensa mayoría de productos (esto nos parece fundamental en la erradicación de los plásticos y en la reutilización de envases).
En otros gastos, la comparativa con España es así:
1 huevo: en Alemania 0,20 € en España 0,12 €
1 barra de pan: en Alemania 1,20 € en España 0,80 €
1 kg de pollo: en Alemania 9,00 € en España 6,00 €
1 litro diésel: en Alemania 1,40 € en España 1,30 €
1 menú Mc; en Alemania 9,00 € en España 8,00 €
1 litro de leche: en Alemania 0,80 € en España 0,60 €
1 kg de manzanas: En Alemania 2,40 € en España 1,80 €
Como en España, la moneda es el Euro (€), así que no hay problemas con la moneda. Así que puedes pagar en euros las cervezas alemanas en enormes jarras que te tomes en una terraza (que además son un poco más baratas que en España).
Los camping tienen precios similares. Las autopistas son totalmente gratuitas y en algunos tramos sin límite de velocidad. Eso sí, cuando existen restricciones de velocidad hay que estar atentos, porque la multa va a llegar (en nuestro caso por ir a 36km/h en un tramo limitado a 30 atravesando un pueblo), por suerte solo fueron 15€. En cuanto al viaje en coche, lo que sí puede ser excesivamente caro son los aparcamientos públicos (un instante en el centro de Múnich fueron 7€, 10 minutos como mucho). Sin embargo, la zona azul es bastante más razonable, unos 5€ por 4 horas en el centro de la misma ciudad.
Así que si vas a viajar a Alemania más o menos como nosotros, ya sea en furgo, coche o autocaravana, te recomendamos:
- Si puedes lleva productos como fruta o verdura en la nevera desde España, en Alemania hay menos variedad o puede ser algo más caro.
- El precio del combustible es solo un poco superior a España, pero si estás cerca de Austria, te puedes ahorrar hasta 0,20 € por litro, que en un depósito de 80 litros, se nota.
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Si vas en verano, es importante saber que julio es el mes con más precipitaciones del año, así que lleva chubasquero. Y si tienes intención de ir a las zonas montañosas, ropa de abrigo. No hay montañas de más de 3000 metros, pero a 2000 metros en julio hay nieve.
- Respeta las normas de convivencia (no hacer ruido, no tirar basura, no molestar). Sabemos que es de sentido común, pero es fundamental. En Baviera aman su territorio, y todo está muy bien cuidado, y sabemos que no es necesario manchar o destrozar nada.
- Alemania pertenece a la UE, así que no hay que llevar nada más que el DNI. Eso sí, revisa los requisitos ahora por
la COVID19. Para entrar en cualquier alojamiento, incluido camping, es necesario el Certificado COVID o una prueba de antígenos negativa inferior a 24h. Allí se hacen en muchísimos sitios, gratis para los alemanes. Si convences al que te vaya a hacer la prueba, te la puede hacer gratis (nos pasó en Legoland). Se habla alemán, y pocos españoles lo conocemos pero con el inglés te puedes entender perfectamente.
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Disfruta al máximo del viaje y no te arrepientas de no hacer algo que
sí pudiste.
La combinación perfecta: Historia y naturaleza.
Ciudades medievales magníficamente conservadas. Paraísos naturales que te dejarán sin habla. Historia viva y cuna de Alemania.
Nuestra ruta en detalle:
Para llegar a Alemania tardamos dos días en nuestra furgoneta. Pasamos la primera noche en la frontera con Francia, en La Jonquera, donde no nos ha gustado mucho nunca quedarnos, pero era obligado parar a dormir. En el segundo día, hacemos 900 kilómetros a través de los campos de lavanda de La Provenza, Lyon, y mucha autopista... Y 14 horas después (con atascos veraniegos, sin ellos son unas 10-11 horas), cruzamos el río Rhin y estamos en territorio alemán y vamos a terminar en Günzburg.
En esta ciudad pasamos los dos primeros días y los dedicamos a Legoland, un parque de atracciones dedicado en exclusiva a los bloques de construcciones de colores más famosos del mundo.
Este parque es ideal para ir en familia, porque casi todas las atracciones son para toda la familia, no es enorme, ni desmesurado. Y no tan masificado, ni con tantas colas como otros (Disney, PortAventura...). Para las entradas recomendamos buscar ofertas muy buenas que aparecen en paquetes de cereales de Lidl (2x1) o aprovechar para dormir en el camping del parque (ya que por unos 200 euros puedes pasar dos días en el parque y una noche en el camping). También, os queremos recomendar ir entre semana, que apenas tiene afluencia si lo comparamos con el fin de semana (incluso los viernes, hay poca gente, y puedes repetir en muchas atracciones sin esperar ninguna fila).
Continuando nuestra ruta, paramos en Zauberwald Fichtenau, un precioso bosque junto a un pueblo que está lleno de esculturas mágicas y rodea un bonito y pequeño lago. Cerca hay un área recreativa espectacular, todo hierba y columpios de madera y cuerda para los niños, y mesas ideales para desayunar un café con tostadas o comerte un buen bocata de tortilla. Eso sí, cuidado al atardecer con los enormes tábanos que aparecen de la nada y sin aviso.
Uno de los puntos claves de nuestro viaje iba a ser Rothenburg ob der Tauber. Y para empezar a explorar, aparcamos la furgo junto a la estación de tren. Muy cerquita del centro de la ciudad (a unos 10 minutos andando) y gratis.
A la ciudad medieval pasamos por una puerta de la muralla, y lo primero que hicimos fue subir a lo alto de ésta para caminar de torre en torre y obtener una panorámica a vista de pájaro de esta ciudad. Una curiosidad de este lugar, es que la muralla tiene placas en homenaje a todos los que financiaron su reconstrucción después de la II Guerra Mundial. Al bajar, nos encontramos de golpe con el rincón, o mejor dicho esquina, más famosa y fotografiada. Ahora solo había que dejarse llevar, caminar e ir encontrando los tesoros escondidos de esta ciudad: pastelerías (donde compramos un exquisito dulce llamado "bolas de nieve"), fachadas de cuento, panaderías que te dejan cara de bobo con su olor, tiendas de regalo de Navidad (si os gusta la Navidad, llevad un presupuesto extra y generoso para increíbles adornos artesanos y únicos), el museo del crimen... También visitamos la iglesia de San Jacobo, el Puente Doble y el alucinante Hospital-Bastión.
El siguiente punto a tachar en la lista del viaje es Nürnberg. La ciudad famosa por sus juicios a los Nazis tras la Segunda Guerra Mundial, tiene mucho más que ofrecer y enseñarnos a todos los que la visitamos.
Nosotros la exploramos caminando, pero alquilar unas bicicletas es una forma más que recomendable de conocerla. La ciudad está plagada de grandes y preciosos parques, y los que acompañan al río Pegnitz bien merecen su visita, más si cabe si vas con niños, que siempre agradecen estas paradas lúdicas.
La Iglesia de San Lorenzo, Haupmarkt o Frauenkirche. Los puestos de flores de los mercados, la Fuente de las Maravillas junto a San Sebald, o el Puente del Verdugo. Muchos son los tesoros que esconde y podemos disfrutar, aunque mucho está reconstruido después de la Segunda Guerra Mundial que arrasó el 90% de la ciudad.
Para terminar, subimos junto a la muralla medieval hasta el castillo en la parte alta. En total, paseamos unos 19 kilómetros, por eso recomendamos las bicicletas si vemos que se hace muy largo el trayecto.
Siguiendo hacia el sur, nuestro próximo destino fue München, o monjes en su traducción literal del alemán. Múnich, la capital de Baviera.
Después de los atascos de entrada causados por el exceso de Porsches o BMWs, pudimos visitar esta ciudad llena de tradición e historia. Y mucho lujo. Recomendamos el Deutsche Museum; pasear por Tal: el Ayuntamiento nuevo y su patio interior; disfrutar de sus plazas y templos religiosos; los jardines y palacios reales; San Cayetano; la ola de surf... Y sin duda, conocer sus cervecerías.
Además, junto a Múnich, está el campo de concentración Nazi de Dachau, cuya visita es más que recomendada (y gratuita, por lo que el dinero no es excusa). El primero de muchos, que en 1933, comenzó una de las páginas más terroríficas dela historia humana, de la cual tenemos que aprender y hacer lo posible porque no vuelva a suceder.
Y a seguir. El lago Schliersee fue nuestro punto de entrada en la zona más bonita de Baviera. Donde comienzan las montañas, los lagos te quitan las palabras, y la naturaleza es simplemente la protagonista de todo lo que te rodea. En la misma zona, visitamos el lago Spitzingsee y alcanzamos con esfuerzo y mucha agua, la cima del Bodenschneid. También, Breitbrunn am Chiemsee, y todo esto era solo el aperitivo de lo que nos venía a continuación.
Entramos por Ramsau, un precioso pueblo de montaña, al Parque Nacional de Berchtesgaden, que a través de Zauberwald, te introduce en el espectáculo de la alta montaña alemana. Aunque realmente nos situamos para dormir junto al precioso Hintersee.
Al día siguiente casi logramos la cima del Steinberg. Nos bañamos en el lugar más bonito que lo hayamos hecho hasta la fecha, el lago Königsee, el cual conocimos a través de un crucero en barco, ya que es la única forma de conocerlo entero y deleitarse con el lugar más impresionante de la zona, a los pies del Watzmann. Recomendamos ir temprano, ya que las colas para comprar los tickets y montarse en los barcos, son bastante grandes y es una pena perder 1-2 horas en una fila.
Y se acerca el final de la estancia en este precioso rincón del centro de Europa, porque se avecinan lluvias (que por desgracia luego serían inundaciones que acabarían con la vida de personas), y vamos de retirada. Pero antes pasamos a Austria, concretamente a Salzburgo, solo a la lavandería. Pero antes de irnos de Baviera, disfrutamos del postre: Schawangau. Neuschwanstein. Lago Alpsee. El primero, un bonito y tranquilo pueblo, que guarda un gran tesoro. Éste no es otro que el castillo del Rey Loco, el famoso Neuschwanstein, el cual es un imperdible de este viaje y del que os recomendamos que reservéis con tiempo suficiente la compra de las entradas para acceder a él. Y junto al castillo, el hermoso lago Alpsee.
El punto final del viaje por Baviera, fue el lago Hopfensee en Füssen, ideal para darse un baño previo a la despedida, al hasta la próxima, antes de pasar de nuevo a Francia camino de vuelta a casa.
Lo mejor y lo peor:
Posiblemente lo mejor de viajar por el sur de Alemania, concretamente Baviera, es disfrutar de los espectaculares paisajes y preciosas ciudades y pueblos. Todo suele estar bastante limpio, y la concienciación en temas como el reciclaje es bastante efectiva.
Sin embargo, esto del reciclaje, a los que venimos de España nos cuesta, sobre todo porque no existen contenedores públicos para reciclar en las calles, y a veces es complicado encontrar lugares para reciclar cosas que no sean envases (los envases se reciclan todos en los supermercados).
Los servicios son de calidad, hay mucha variedad de tiendas y lugares para comprar comida y no es difícil encontrar cualquier cosa que te haga falta. Para la vida viajera en vehículos, las carreteras son inmejorables y cuentas con muchas áreas de caravanas con todo lo necesario.
Nos sorprendió, para bien, el bajo coste de las entradas a lugares como son museos, monumentos o similares respecto a España. Por menos de 10 euros entrábamos los cuatro en muchos de estos lugares, cuando en España puede ser por el doble fácilmente.
Y aunque no sea algo realmente negativo, decir que los alemanes no son tan perfectos como nos creemos, o más bien, se equivocan más o menos como nosotros, así que fuera complejos. Y añadir, que en Austria, si que es verdad, que la sensación de que te miran como un ser extraño o que les puedes incomodar es bastante frecuente.